Redacción Noticias 16 octubre, 2020

El concejal Pafundi presentó un proyecto para que Miramar no tenga temporada. La presentación se puede considerar desde dos ópticas, por un lado una medida sostenida con intención de hacer política berreta, entiéndase por berreta, falta de información, desconocimiento, intento de juntar un puñado de votos de un grupo minoritario, sentados en la tranquilidad de llegar a fin de mes y disponer del sueldo o ayudas sociales que paga el Estado, donde nunca olvidar, que el Estado somos todos y que pretenden cerrar las fronteras del distrito de Alvarado al mundo, vaya a saber por cuanto tiempo, con el límite de la aparición de la vacuna.  

O, desde la necesidad de replicar a Carlos Saúl de Aníllaco, que decía, “no importa lo que digan de mí, lo que importa es que hablen”, con la intensión, el concejal, de sostener y ampliar nivel de conocimiento y permanencia en la tapa de los medios, incluso con una propuesta difícil de llevar adelante.

Además, una propuesta cargada de inconsistencias y errores, considerando que la capacidad de alojamiento de Miramar, rondan las 40.000 plazas totales, considerando cabañas, hoteles y casas de alquiler. Muy lejos de los parámetros de 100.000 a 150.000 que dice el profesor. Tampoco pueden, ni legislativo ni ejecutivo, crear impuestos, solo podrían ser tasas y siempre contra prestación de servicios. Todo esto en un contexto de haber hecho públicas las declaraciones en una cadena de medios cordobesa, con trascendencia nacional. El mismo proyecto, pretende que para ayudar al desfinanciamiento producto de la implementación, que la política aporte, vaya a saber a que cuenta, el 50% de las dietas de los concejales y planta política municipal, monto que no da ni para empezar a evaluar absolutamente nada.

Cabe destacar que la iniciativa creó un malestar generalizado en el comercio local y muchos que dependen de la temporada de verano.

No es de extrañar, que sea convocado, digo el profesor, por medios nacionales y capitalinos con sed de crear expectativas y fomentar hechos muy pocas veces vistos, entre sus audiencias consumistas, producto de un país que, desde la noticia, es extremadamente dinámico.